El Arte de la Felicidad #2 – Club de Lectura

Si te sumaste en esta entrega y todavía no leíste la anterior, te dejo el enlace a la Bienvenida al Club de Lectura e Introducción al libro El Arte de la Felicidad.

Parte 1: El propósito de la vida


Capítulo 1: El derecho a la Felicidad

Sin introducción alguna, este capítulo nos presenta la afirmación del Dalai Lama quien enuncia que El principal propósito de la vida es la búsqueda de la felicidad” y aclara, que cada quien con sus medios, creencias, formas o ideas, pero que todes estamos buscando algo mejor en la vida, por tanto, el movimiento de nuestra vida se genera hacia la felicidad. 

– ¿Es realmente posible?, le pregunta el médico psiquiatra Howard Cutler. 

– Sí, la felicidad solo puede ser alcanzada a través del entrenamiento de la mente.- Determinó el Dalai Lama. 

El concepto de felicidad que tenemos en Occidente, se parece mucho más a algo que viene de la suerte. Desde la psicología de occidente, el enfoque está orientado a resolver los conflictos internos y con suerte, reducir el estrés, pero raramente se plantea la felicidad como objetivo terapéutico. Incluso, el propósito de alcanzar la felicidad verdadera, parece algo realmente inalcanzable o que está mal planteado.

Viene bien la aclaración de que cuando el Dalai Lama se refiere a “entrenar la mente” no solo habla de la la habilidad cognitiva o intelectual sino a un sentido más amplio. La mente en el budismo, incluye el intelecto y los sentimientos. Mente y Corazón.

Propone que: Cultivando cierta disciplina interior, podemos llevar una completa transformación de nuestra actitud, panorama y acercamiento a la vida

A grandes rasgos, este camino de disciplina interior consiste en identificar cuáles son aquellos factores que nos llevan a la felicidad y cuáles son los que nos llevan al sufrimiento. Una vez identificados, uno debe ir gradualmente eliminando aquellos que traen malestar y aumentando aquellos que nos acercan al objetivo de la felicidad.
Suena simple de enunciar pero complicado de aplicar ¿no? Sin embargo, el DL anuncia que éste es el camino, no hay más.

En esta -quizás corta, quizás larga- vida, la pregunta que indudablemente se presenta es la que nos lleva a cuestionarnos el motivo, la razón o el por qué de nuestra existencia. 

Suena poético y hasta utópico decir que el propósito final de la vida es la búsqueda de la propia felicidad y hasta puede llegar a pensarse que este objetivo es egoísta o egocéntrico. 

Sin embargo, existe una gran cantidad de estudios que muestran que son las personas infelices las que tienden a tener una actitud centrada en sí mismos, inquietante, socialmente retiradas o antagonistas. 

Las personas felices, por el contrario, suelen tener una personalidad más sociable, flexible, creativa y tolerante con las frustraciones que presenta la vida cotidiana, además de presentar una actitud más amorosa e indulgente.

A medida que vamos identificando los factores que nos acercan a la felicidad, veremos que esta felicidad no solo beneficia a la persona que activamente la busca, sino también a su familia y por ende, en un sentido más amplio, a toda la sociedad. 

Entonces, si la felicidad es algo que realmente queremos cultivar, lograr y sostener en esta vida, se nos presenta la posibilidad de tomar el trabajo en serio y dar pasos en esa dirección para alcanzarla.

Cuenta, brevemente el autor que una vez le preguntó al Dalai Lama si era feliz.
“Sí, definitivamente” le respondió él. 

Y a pesar de que la felicidad es un sentimiento interno, él pudo darse cuenta cuán cierto era, porque a lo largo de sus encuentros vio las sonrisas y el estado de alegría que dejaba en las personas con las que interactuaba, por más breve que fuera ese momento.

Para finalizar, nos invita, el libro del Arte de la Felicidad, a que hagamos nuestro propio experimento y observemos:
¿Cómo nos vinculamos con les demás cuando estamos de mal genio?
¿Y cuando estamos contentes?


Este capítulo es breve y muy conciso.
Deja planteada su idea y semilla de auto observación para que podamos preguntarnos y reconocernos. Algunas de las inquietudes que a mí me han surgido:

  • ¿Cuales son los factores internos o externos que influyen de forma positiva o negativa en mi camino hacia la felicidad?
  • ¿Es la felicidad realmente el objetivo de la vida?
  • ¿Cambia mi vínculo con mi entorno según mi estado de ánimo?
  • ¿Siento que puedo contemplar la idea de que un cambio de perspectiva puede cambiar mi estado de ánimo y traerme felicidad?
  • ¿Quiero dar los pasos que sean necesarios para lograr mi felicidad? 
  • ¿Siento que algo me lo impide? ¿Qué y por qué?
  • ¿Qué siento acerca de la disciplina?

Aquí te dejo las mías, pero te invito a que bien recibas todas y cuantas preguntas se te presenten, las lances y observes. Verás como más pronto que tarde, algunas ideas irán presentándose al respecto. 

Y si las querés dejar en los comentarios, mucho mejor así vamos acompañándonos en el camino, que aquí nadie tiene nada resuelto, solo preguntas y más preguntas salvadoras del pensar, sentir y accionar. 

Nos vemos en la próxima entrega con el capítulo 2 de esta primer parte que nos habla de las fuentes de la felicidad.

Que tengas un feliz y consciente día

Mercé


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