Sobre hábitos, asanas, viajes y la vida misma…

Ya sabemos que muches nos contamos el cuento de que no tenemos tiempo, que queremos todo para ayer, que la ansiedad esto o aquello, que queremos ver ya mismo los resultados, que queremos siempre llegar más rápido, mas lejos, mas profundo sin siquiera prestar atención a cuál fue el camino que nos llevó hasta allí.

Pero no te preocupes, es todo un programa mental que se abre en automático cuando dejamos que a nuestra mente la controle alguien más o nadie en particular.
Pero no te preocupes, nuestra mente es infinitamente moldeable y nos permite (pide y agradece también) que le borremos, instalemos, cambiemos y actualicemos cualquier programa que tiene instalados.
Si, exactamente como si fuera tu teléfono móvil o tu ordenador.
¿Y como se instalan los nuevos programas?
Con nuevos hábitos, con amor, con paciencia, con observación y perseverancia.

Hace ya un tiempo mientras estudiaba el libro «Claves del Yoga» de Danilo Hernández, me crucé con este párrafo que reescribí en mi cuaderno personal para poder volver a él siempre que sintiera que el destino final me estaba bloqueando el camino, lo llevo conmigo a cada práctica y hoy quiero compartirlo contigo.

Pero te cuento un secreto… no solo aplica a las posturas del yoga, siendo nuestra mente también un músculo, al final va un poco sobre todos los hábitos en nuestras vidas….

Cómo progresar en Asana

Perfeccionar una postura puede llevar meses, años o toda la vida. El punto de partida es reconocer y aceptar el estado actual del cuerpo. Desde la aceptación se podrá observar con objetividad y se comprenderán cuáles son los verdaderos obstáculos que dificultan el progreso. Ser consciente de los obstáculos y vivenciarlos en profundidad te permitirá superarlos. Los obstáculos son generalmente las tensiones, y los bloqueos que limitan la movilidad corporal. Algunas tensiones se han ido cristalizando durante años y no se puede pretender eliminarlas de un plumazo. El tiempo es necesario y sobretodo el ir directamente a su raíz. Por consiguiente, no se trata de desear eliminar el obstáculo, sino de conocerlo y comprender sus circunstancias.

Encuentra la tensión, obsérvala, mira dónde esta localizada, como es de profunda, hasta donde se extiende, que limitación produce, donde está su origen, qué molestia causa, experimenta esa incomodidad, síguela hasta su raíz y súbitamente comprobarás que algo cambia. La distensión a comenzado y va aumentando. Ya estas en buen camino… Puedes ayudarte, respirando conscientemente, en esa área. Baña mentalmente con la inspiración los músculos tensos, aportándoles oxígeno, energía y vitalidad. Observa como la espiración disuelve y expulsa la dureza, la rigidez y la molestia.

Progresar en un asana conlleva expandir nuestros límites en el espacio, empujarlos un poco más allá cada día, hasta alcanzar nuestra expansión total. Es una experiencia lenta y gradual, aunque podrás sentir que hay grandes progresos de un día para otro. Ten presente que estirar un músculo es más fácil si previamente ha sido relajado y que la relajación implica ausencia de esfuerzo. Progresar en una postura requiere grandes dosis de habilidad y un esfuerzo inteligente. Al expandir tus límites físicos, tienes que proceder cuidadosamente, tratando con cariño a tu cuerpo. No lo violentes ni abuses de él.

(…) Cuando encuentres un nuevo tope que parezca imposible de sobrepasar, intercala otra fase pasiva aumentando tu consciencia corporal. Puede ser que después de un rato consigas avanzar; sino es así, quédate ahí y disfruta plenamente de lo que ya tienes. Date tiempo, deja hacer, que la postura trabaje por si misma…



Y ahora te pregunto…
¿Acaso no sabes ya cuál es el destino final de todas las vidas?
¿Tan apurade estas en llegar hasta allí?
No hace falta que corras, estate segure de que ya llegaremos

En Yoga asana, como en los hábitos, como en un viaje por la ruta y como un poco en todo en la vida… lo que más importa es lo que vamos descubriendo en el camino.
Te lo prometo, una vez que llegues a ese destino, asana u hábito que creías imposible de lograr, lo más lindo será recordar todo el viaje que te llevó hasta allí, no solo el haberlo conseguido.
Es que en el viaje está tu fortaleza y es el cúmulo de cada uno de los momentos vividos
¿De verdad querés que se te pase sin siquiera haber podido mirar?

¿No te gusta lo que ves o quieres que sea mejor?
Observa tus programas, tu incomodidad, respira y date amor, mucho mucho amor.
Pero por sobretodo, no-te-apures.

Te lo digo y me lo digo.
Desde el corazón.

Mercé



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